¿Falsifica China los datos económicos?

La portada más reciente de The Economist aborda nuevamente las preocupaciones sobre la economía de China, comparándola con la de la Unión Soviética en cuanto a la manipulación de datos y la falta de transparencia en los informes económicos.

A medida que la segunda mayor economía del mundo enfrenta desafíos estructurales, surgen dudas sobre la veracidad de las cifras que presenta el gobierno chino.

Según las estadísticas oficiales, el PIB ha alcanzado los niveles previos a la pandemia, pero esta afirmación contrasta con la realidad que perciben tanto las empresas nacionales como los analistas internacionales.

Diversos informes independientes, junto con previsiones de organismos como el FMI y el Banco Mundial, proyectan un crecimiento mucho más moderado. Sectores clave, como el inmobiliario y el tecnológico, se han desacelerado significativamente, lo que genera incertidumbre sobre la recuperación económica del país.

Además, el 19 de agosto, las bolsas de valores chinas decidieron dejar de publicar datos diarios sobre los flujos de inversión extranjera. Este movimiento ha sido visto como un intento de ocultar la constante disminución en las entradas de capital extranjero, en un momento en el que la confianza internacional en la economía china se encuentra en declive.

La falta de transparencia y las crecientes restricciones al capital extranjero podrían agravar los problemas económicos, en un contexto en el que China también enfrenta tensiones geopolíticas y comerciales con varias potencias mundiales.