Buenas noticias para UBER

Waymo ha logrado ganar una presencia importante en el mercado de movilidad en San Francisco en muy poco tiempo. Al ver esto, algunos concluyen que empresas como UBER están destinadas a desaparecer. Yo, sin embargo, lo interpreto de forma opuesta: creo que UBER podría entrar en una nueva etapa de crecimiento a medida que los robo-taxis se masifiquen.

Waymo está teniendo éxito en San Francisco, en gran parte, por haber sido uno de los primeros en operar allí. Esa ventaja inicial probablemente se repetirá en otras ciudades, donde distintos proveedores de vehículos autónomos serán los pioneros en sus respectivos mercados. Esto apunta a un escenario en el que cada ciudad —o incluso cada región— termine dominada por un actor diferente, dando lugar a un ecosistema fragmentado.

Históricamente, cuando tanto la oferta como la demanda están dispersas entre muchos jugadores, las plataformas que conectan todo —los grandes agregadores y marketplaces— suelen ser las mayores beneficiarias. En ese contexto, una empresa como Uber, que ya cuenta con una base masiva de usuarios, infraestructura tecnológica global, acuerdos con conductores y una enorme cantidad de datos de movilidad, podría posicionarse como intermediario clave entre consumidores y flotas autónomas, incluso si no controla directamente todos los vehículos.

Además, Uber no es solo transporte: está diversificada en entregas (Uber Eats), logística de última milla, soluciones para empresas y, potencialmente, asociaciones con compañías de conducción autónoma. Esto le permite adaptarse a distintos escenarios futuros sin depender exclusivamente de un único modelo.

Por eso, lejos de ver a UBER en declive, muchos podrían verla como una de las principales beneficiadas del auge de los robo-taxis y de la evolución del transporte urbano en los próximos años.