
Lo que ocurrió en Bruselas no fue un azar o ruido emocional. Fue presión aplicada en el momento exacto en que importaba. L
os agricultores llegaron con tractores mientras los líderes de la UE se reunían para decidir el destino del acuerdo Mercosur, y solo después de que las calles fueran bloqueadas y la policía chocara con los manifestantes se pospuso la firma para enero.
Eso por sí solo te dice que no se trataba solo de procedimiento. Se trataba de influencia sobre quién la tiene, y quién no.