Esta escena de la fantástica película La gran apuesta (The Big Short), dirigida por Adam McKay, explica de manera maravillosa el origen de la crisis inmobiliaria y financiera del año 2008.
El grupo de inversores que aparece en la escena, liderado por Ryan Gosling (que interpreta a Jared Vennett), anticipó el colapso del sector inmobiliario estadounidense y obtuvo unos rendimientos históricos con sus posiciones cortas en los mercados.
La crisis financiera de 2008 tuvo su origen en el mercado inmobiliario, específicamente en las hipotecas subprime. Estas eran préstamos hipotecarios otorgados a deudores de baja calificación y alto riesgo de incumplimiento. Para diluir los riesgos, los bancos y otras instituciones financieras (shadow banking) empaquetaron las hipotecas en instrumentos financieros complejos, como los CDOs y CLOs que se vendían a inversores globales. Estos CDO eran calificados como seguros (AAA) por agencias de calificación crediticia, en lo que fue una corruptela que se estudiará en todos los libros de historia.
El sistema estaba impulsado por una burbuja inmobiliaria: los precios de las viviendas subían continuamente, lo que incentivaba más apalancamiento y especulación. Sin embargo, cuando los prestatarios comenzaron a incumplir sus pagos y los precios de las viviendas cayeron, los CDO colapsaron, generando pérdidas masivas y crisis de solvencia en el sistema financiero global. Esto desencadenó la quiebra de instituciones como Lehman Brothers, cuya mala gestión de colateral, hizo que no pudiera acudir a líneas de liquidez.
El final todos los conocemos, una recesión económica mundial.
Michael Burry fue el primero en identificar la burbuja. En la película es interpretado por el genial Christian Bale.