La OPEP+ ha vuelto a mover ficha en el delicado tablero del crudo. El cártel anunció un aumento de producción de apenas 137.000 barriles diarios a partir del próximo mes, una cifra muy por debajo de lo esperado por los mercados. Esta decisión busca apuntalar los precios en un entorno de fuerte volatilidad y con la presión bajista todavía latente.
El mercado ha reaccionado con alivio: el Brent se sitúa por encima de los 65 dólares, mientras que el West Texas ronda los 61 dólares. Los inversores interpretan la cautela de la OPEP+ como un compromiso claro por sostener los precios, aunque la producción real avanza más despacio que las promesas oficiales. La jugada no es casual. Tras una caída del 8% en los precios la semana pasada, la OPEP+ busca transmitir confianza, consciente de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) proyecta un superávit récord en 2026. Además, varios bancos de Wall Street ya anticipan descensos adicionales en los próximos meses, lo que añade presión al mercado.
En este contexto, la estrategia del cártel parece orientada a equilibrar dos fuerzas: recuperar cuota de mercado y mantener un nivel de precios que permita sostener las cuentas de los productores. Una dinámica que seguirá marcando la agenda energética en los próximos trimestres.
Análisis técnico del petróleo CrudoEl contrato de CRUDO mantiene una estructura de consolidación tras los descensos de la última semana. El rebote iniciado el jueves permite colocar el crudo por encima de los 61 dólares.
Para confirmar patrón de entrada alcista, deberíamos ver al precio entrar dentro del lateral (acumulación) y, así, corroborar la figura clásica de Wyckoff. Nuestro objetivo a corto plazo son los 69 dólares por barril
El sesgo técnico a corto plazo se mantiene neutral-alcista, con la zona de 61-63 dólares como rango decisivo. En el largo plazo se mantiene aún bajista. En definitiva, la OPEP+ vuelve a demostrar que no está dispuesta a inundar el mercado de crudo y prefiere jugar la carta de la prudencia. Su decisión de aumentar la producción con cuentagotas refleja la tensión entre sostener los precios y defender su cuota de mercado en un entorno de previsiones poco halagüeñas. Para los inversores, el mensaje es claro: la volatilidad seguirá siendo protagonista y el crudo continuará moviéndose al ritmo de cada decisión del cártel, en un delicado equilibrio entre la oferta y la demanda mundial.