Con el paso del tiempo, el comportamiento de las bolsas va dependiendo de diferentes factores. No es lo mismo la inversión hace 50 años, donde la economía funcionaba de una manera muy particular y variables como la liquidez no eran, en agregado, tan determinantes para las bolsas, que en los tiempos actuales, donde la aparición de las políticas monetarias no convencionales (QEs) hacen que la base monetaria sea el catalizador de largo más importante.
Al pasar de un entorno de escasez de reservas a un entorno de exceso de reservas, la liquidez o base monetaria juega un papel nuclear en el desempeño de las bolsas y mercados de bonos. Básicamente, las QE manipulan a la baja los tipos de largo plazo, lo que hace que productos de ahorro tradicionales como los bonos dejen de ser atractivos. Esto obliga a los inversores a buscar rentabilidad en otros productos de más riesgo (acciones) produciendo una rotación estructural de flujos hacia renta variable, cuya consecuencia es la elevación de precios (por múltiplos) de dichos activos. Los QE obligan a que el ahorro ya no sea en productos "libres de riesgo" (bonos), ya que cada vez ofrecen menos rentabilidad y vaya al riesgo. Esto es problemático ya que ahorro y riesgo no siempre deben ir de la mano, sobre todo en escalas de tiempo cortoplacistas.
Además, todo el nuevo sistema REPO se utiliza como herramienta de apalancamiento por los hedge funds. Por lo que toda la liquidez entrante en el sistema y el colateral (bonos) acaba usandose como garantías para apalancar, lo que como segunda derivada también genera subida de activos de riesgo. Ademas de los problemas evidentes comentados, lo que crean los QEs son una inflación crónica de activos, que abre brechas de riqueza importantes en la población, entre los que tienen capacidad y conocimientos de acceder a los mercados y los que no lo tienen.
Por eso, yo soy firme defensor que la educación financiera es la mejor herramienta para reducir esas brechas. Entendiendo este sistema, todos tenemos la cuasi obligación de estar invertidos para no quedarnos atrás en la sociedad. El coste de no estar invertido es cada vez mayor. Sin embargo, los Estados, conscientes de ésto, luchan para que la educación financiera no prolifere. Es evidente que prefieren sociedades polarizadas y dependientes. Es justo esto último lo que justifica su existencia. Crean ilusiones para que un ciudadano medio no quiera formarse, por ejemplo, las pensiones públicas. ¿Para que me voy a educar si voy a recibir una transferencia de ahorro del Estado en el momento en que ya no pueda producir rentas?.
Las consecuencias serán terribles cuando esas transferencias de ahorro vayan ajustándose de forma dramática a medida que el sistema de pensiones vaya "quebrando". Tendremos una sociedad con enormes brechas y con una planificación de ahorro de los ciudadanos totalmente engañosa. Debemos protegernos y para ello debemos entender los mercados.
Y como analizamos en el artículo, una variable que todos debemos estudiar en profundidad por su brutal importancia es la liquidez.