Las stablecoins son tokens de dólar, ni más ni menos. Un USDT, por ejemplo, es muy similar a un depósito bancario, con la única diferencia de no estar protegido por el fondo de garantía y supervisado por los Bancos Centrales. Por tanto, las empresas que hay detrás de las monedas estables son creadoras de liquidez que, a diferencia del sector bancario tradicional, no están protegidas por las autoridades con líneas de liquidez y rescates continuos.
De esta manera, el sector se asemeja a la clásica banca libre que tan bien funcionó en países como Escocia o Canadá. El hecho de no tener la protección pública les obliga a coordinar bien el ahorro e inversión y calzar plazos y riesgos de manera responsable.
Los balances de las stablecoins los puedes revisar de forma trimestral. Por ejemplo, Tether fue más rentable que Goldman Sachs en el cuarto trimestre de 2023. Los emisores de stablecoins se benefician de un mayor rendimiento al invertir dinero fiduciario en los bonos del Tesoro de EEUU y bonos de grandes empresas.
Tether tiene una capitalización de mercado de 100 mil millones de dólares, por lo tanto, generan un gran rendimiento solo con los intereses. Son empresas muy favorecidas de los altos tipos en la economía.
Si los emisores de Stablecoin fueran considerados países, Tether sería uno de los 20 mayores tenedores de bonos del Tesoro de EEUU. Por lo tanto, son buenos para el dólar estadounidense, ya que generan demanda adicional, especialmente en un momento en el que parte de los acreedores extranjeros (China, Japón o Arabia) están deshaciéndose de deuda.
Además dan un servicio "social" al mundo, ya que ofrecen una divisa estable a millones de personas que viven en países con monedas ultrainflacionarias y con controles de capitales. Puede ser muy difícil acceder a dólares físicos, pero desde la aparición de las stablecoins, todo el mundo puede acceder a tokens de dólar esquivando las restricciones de los gobiernos tiránicos.
Por tanto, las monedas estables son tremendamente útiles para países con alta inflación y monedas depreciadas. Por ejemplo, Nigeria culpa a Binance por la depreciación de su moneda, ya que muchas personas usan sus stablecoins para atesorar.
Es tal el auge de las stablecoins, que, a día de hoy, el sector se está convirtiendo en una de las redes de liquidación de pagos más grandes del mundo. De hecho, las gigantes pasarelas como VISA o Mastercard le están viendo las orejas al lobo.
Otros avances que se están produciendo en el área de las Stables son los siguientes:
Finanzas: concesión de préstamos a pymes, sobre todo para países que no tienen un mercado de crédito liquido.
Nóminas: Muchas empresas tech o nómadas digitales tienen una actividad global y cuentan con partners o trabajadores contratados en todo el mundo. Muchos empleados prefieren salarios o proyectos pagados en monedas estables ya que están denominadas en dólares y no en sus monedas locales.
Remesas: las remesas en empresas como Western Union son muy caras en comparación con las stablecoins, etc. No sólo es mejor en precio sino también en tiempo.
La crítica principal a las stablecoins es que no están descentralizadas como Bitcoin y, por tanto, pueden ser censuradas por los gobiernos o entrar bajo los parámetros de la regulación bancaria. Si los gobiernos ven riesgo, por blanqueo de capitales o por competencia al lobby bancario, financiador directo del Tesoro, podrían luchar para prohibirlas. Como siempre, el principal riesgo de la innovación es la regulación.