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Opinión
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Jose Basagoiti

La anarcotiranía y el Leviatán

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El concepto de anarcotiranía, originario del sociólogo Samuel T. Francis, está mostrándose cada vez más claro en las sociedades modernas.

En este artículo vamos a reflexionar sobre este pensamiento y sobre cómo los Estados actuales controlan con el "descontrol" a las masas.

¿Qué es la anarcotiranía?

Francis introduce el término "anarcotiranía" para describir un tipo de gobierno paradójico, en el que el Estado permite que haya un desorden generalizado (anarquía) mientras ejerce un control y regulación excesiva sobre los ciudadanos que cumplen la ley (tiranía). En un sistema anarcotiránico, el gobierno no cumple al 100% con sus responsabilidades esenciales, como mantener el orden público o proteger a sus ciudadanos del crimen, y al mismo tiempo se vuelve cada vez más opresivo hacia aquellos que obedecen las leyes. En otra palabras, se puede interpretar la anarcotiranía como una estrategia de la élite para aferrarse al poder. Al generar inseguridad y caos, el Estado justifica su creciente control y reduce la resistencia de la población, que se distrae o se siente intimidada por el desorden.

Utilizando la democracia como un subterfugio, donde la masas se cree ilusoriamente partícipe de las decisiones políticas, el "Estado Gerencial" va ganando terreno. Se trata de un sistema en el cual el poder está cada vez más concentrado en manos de una élite burocrática que controla tanto las instituciones públicas como las grandes corporaciones. Sostiene que las estructuras tradicionales de poder, como la familia, la religión y las pequeñas empresas, han sido reemplazadas por organizaciones impersonales y gigantescas que ejercen control sobre la sociedad. Estas entidades se enfocan en la eficiencia, el control y la gestión del comportamiento social, y no responden directamente al público.

Este cambio, que parece evidente en muchas de las sociedades actuales, está provocando la erosión de las libertades individuales y el surgimiento de una nueva clase dominante que utiliza su poder para proteger sus propios intereses. Creo que el ejemplo de Alemania es bastante evidente, pero está dinámica la podemos extrapolar a todo Europa y EEUU.

¿A que intereses responden las clases dominantes?

Es el Estado el que, intencionalmente, permite el caos y el desorden, mientras, al mismo tiempo, aprovecha el contexto para imponer fuertes restricciones sobre los ciudadanos que respetan las leyes. Al fomentar el miedo y la inseguridad, el Estado encuentra justificación para ampliar su tamaño y reducir la resistencia de la población.

Si miramos los últimos 50 años, en toda sociedad occidental, el Estado no ha hecho más que crecer, casi siempre aprovechando el mensaje del miedo. Sea miedo a un enemigo extranjero, a grupos terroristas o simplemente miedo a las necesidades básicas (sanidad, educación o ahorro). Sólo el Estado es capaz de cubrir, proveer y proteger.

Francis también explora el concepto de "Leviatán", que hace referencia a las grandes estructuras estatales y corporativas que controlan la vida moderna. Estas entidades sofocan la disidencia y promueven la conformidad utilizando herramientas como los medios de comunicación, la educación o la regulación burocrática. Los "enemigos" de este Leviatán son los restos del antiguo orden social, que aún resisten la expansión del poder gerencial, aunque están en declive.

Creo que en este contexto de guerras, control y agendas globalistas, hacer una crítica social y reflexionar sobre conceptos tan interesantes como la anarcotiranía siempre es nutritivo. Todos debemos ser conscientes de los peligros del poder centralizado, de la pérdida de las libertades individuales frente a un Estado burocrático dominante y de la paradoja de un gobierno que permite el caos mientras ejerce un control opresivo.

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