Un reciente informe de Visual Capitalist ha identificado a las monedas más depreciadas del mundo en lo que va de 2025.
En la cima de la lista se encuentra el bolívar venezolano, que ha alcanzado un nuevo mínimo histórico, reflejando la profundidad de la crisis económica del país sudamericano.
Según el análisis, los principales factores detrás del colapso del bolívar son la hiperinflación persistente y la volatilidad en los ingresos derivados del petróleo, una fuente clave de financiamiento para el Estado venezolano.
Uno de los aspectos más destacados del informe es que seis de las diez monedas con peor desempeño pertenecen a países africanos.
Esta tendencia está estrechamente vinculada a crisis económicas severas, altos niveles de endeudamiento y la limitada disponibilidad de divisas extranjeras estables.
Sudán del Sur ocupa el segundo lugar en la lista. El Fondo Monetario Internacional ha proyectado que esta nación tendrá la economía de peor desempeño del mundo en 2025, agravada por la inestabilidad política, la dependencia de recursos naturales y una inflación descontrolada.
Otro caso preocupante es el de Turquía. La lira turca continúa debilitándose y figura nuevamente entre las monedas con peores resultados.
Economistas apuntan a las políticas económicas poco ortodoxas impulsadas por el presidente Recep Tayyip Erdoğan, conocidas informalmente como "Erdoganomía", como un factor clave en la desconfianza de los mercados y la pérdida de valor de la moneda.
En términos generales, los países más afectados comparten características comunes: inflación elevada, escasez de divisas, economías frágiles y gobernanza económica ineficaz.
Estas señales representan focos de riesgo que podrían tener implicaciones importantes para la estabilidad financiera global.