Los mercados europeos se están quedando atrás de Wall Street por un margen récord después de que la victoria de Donald Trump empujara a la baja las acciones de la región y provocara un desplome del euro.
SP500 alcanzó máximos históricos tras asegurar Trump su segundo mandato y ha subido casi un 25% en lo que va del año. Nasdaq y DowJones más de lo mismo. Sin embargo, las acciones europeas han descendido mientras los operadores intentan calcular el impacto de las tarifas prometidas por Trump a los exportadores. En principio debemos contar con un 20% a todas las importaciones que lleguen a EEUU.
El índice Stoxx 600 ha subido solo marginalmente este año en términos de dólares y se encuentra detrás del S&P 500 por el margen más amplio registrado. Es evidente que se ha abierto una gran "prima Trump" entre los dos mercados bursátiles y se está produciendo una nueva reasignación de fondos.
Mientras tanto, el euro ha caído a su nivel más bajo en un año, alrededor de 1.05 dólares, su mayor caída desde la crisis energética de 2022, ya que los inversores apuestan porque los aranceles afectarán al crecimiento de Europa, lo que alentará al Banco Central Europeo a recortar las tasas de interés de manera más agresiva que la Reserva Federal.
Los mercados de futuros han descontado alrededor de tres recortes de un cuarto de punto por parte de la Reserva Federal para finales del próximo año. Esto contrasta con seis recortes esperados del BCE en el mismo período.
Si no cambia nada, Europa va a estar en la primera línea de la próxima guerra comercial.
Aunque puede ser difícil predecir qué partes de la retórica de campaña de Trump se convertirán finalmente en política, su primer mandato demuestra que el proteccionismo económico será una alta prioridad.
El republicano ha amenazado con tarifas del 60% sobre las importaciones chinas y aranceles generales del 10% al 20% sobre todos los demás socios comerciales, en un movimiento que puede ser mortal para Europa, ya que dejará a los fabricantes regionales enfrentando mayores costos de exportación mientras China inunda el continente con importaciones baratas. Doble golpe.
Al mismo tiempo, varias de las políticas propuestas por Trump, incluidas las reducciones de impuestos y la desregulación, han mejorado las perspectivas para las empresas estadounidenses.
De esta manera, el sentimiento es realmente débil en Europa y realmente, realmente fuerte en EEUU. Pero esto no es algo nuevo, miren la comparación entre ambos mercados en la última década:
El sector manufacturero, el motor clave de crecimiento para países como Alemania, ya estaba sufriendo antes de la victoria de Trump. La demanda rezagada de China y que el "modelo de energía barata" de estas economías se ha roto tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia han hecho mucho daño.
Pero las tarifas han añadido una capa de incertidumbre en toda la región. China es el tercer socio comercial más grande del bloque, representando casi el 9% de las exportaciones, mientras que alrededor de una quinta parte de todas las exportaciones europeas cada año se envían a EEUU.
Los fabricantes de automóviles europeos como Volkswagen y Mercedes y los grupos de lujo, incluidos LVMH, ya luchando con la débil demanda de China, son particularmente sensibles a las tarifas entre EEUU. y China, mientras que las empresas de energía eólica como Ørsted y Vestas han sido duramente golpeadas por la promesa de Trump de eliminar proyectos de energías renovables.
Conclusión:
Los índices europeos y estadounidenses se movieron al unísono antes de 2009, pero comenzaron a divergir tras la crisis financiera. Desde entonces los rendimientos entre uno y otro son abismales. Como siempre decimos desde TradingPRO, huyan de la regulación, burocracia e hiperfiscalización. Es decir, huyan de Europa.