Vučić: Serbia podría adquirir la participación rusa en "Naftna Industrija Srbije" (NIS) para esquivar sanciones estadounidenses
El presidente de Serbia, Aleksandar Vučić, ha expresado que su país está considerando la posibilidad de comprar la participación que actualmente posee Rusia en la compañía energética Naftna Industrija Srbije (NIS). Esta medida tiene como objetivo proteger la economía serbia frente a posibles sanciones impuestas por Estados Unidos debido al control ruso sobre la empresa.
En la actualidad, Rusia posee la mayoría accionaria de NIS, lo que ha generado preocupación en Washington, ya que considera que la empresa podría ser un canal para influencias políticas y económicas en los Balcanes. Las autoridades estadounidenses han sugerido a Serbia tomar medidas drásticas, como nacionalizar la participación rusa a través de una toma hostil. Sin embargo, Vučić ha rechazado esta opción, argumentando que no encaja con la postura de Serbia ni con sus intereses estratégicos a largo plazo.
En lugar de recurrir a la nacionalización, Serbia prefiere negociar la compra de la participación rusa si se llega a un punto en el que mantener la actual estructura accionaria sea inviable. Según Vučić, esta opción permitiría evitar confrontaciones internacionales, proteger las relaciones económicas con otros países europeos y garantizar la estabilidad del sector energético de Serbia, que es crucial para su desarrollo industrial y doméstico.
La empresa NIS, una de las principales en el sector energético de los Balcanes, desempeña un papel vital en la producción y distribución de petróleo y gas en la región. El control de esta compañía ha adquirido mayor relevancia en el contexto geopolítico actual, donde las tensiones entre Rusia y Occidente afectan directamente a países como Serbia, que buscan equilibrar sus alianzas con ambas partes.
Vučić también destacó que Serbia se encuentra en una posición delicada, ya que históricamente ha mantenido buenas relaciones tanto con Rusia como con la Unión Europea y Estados Unidos. Sin embargo, en medio de presiones internacionales, el gobierno serbio tendrá que tomar decisiones estratégicas que podrían redefinir su posición en el escenario global.