En Corea del Sur, los robots están transformando la forma en que se trabaja. Más del 10% de su fuerza laboral está compuesta por robots, lo que posiciona al país como un líder mundial en la integración de tecnología robótica en la industria.
Para poner esto en perspectiva, por cada 10,000 trabajadores humanos en Corea del Sur, hay 1,012 robots industriales. Esto significa que la densidad de robots en el país es la más alta del mundo. Además, esta cifra crece en promedio un 5% cada año, gracias al continuo desarrollo de nuevas tecnologías y la creciente inversión en automatización.
Otros países también han avanzado significativamente en la incorporación de robots en sus industrias. A continuación, se muestran algunos ejemplos destacados de densidad robótica (cantidad de robots por cada 10,000 trabajadores):
Singapur: 770 robots. Este país es conocido por su enfoque en alta tecnología y su economía orientada a la innovación. China: 470 robots. Si bien la densidad es menor que en Corea del Sur, el rápido crecimiento de China en la automatización la convierte en un jugador clave. Alemania: 429 robots. Líder en Europa, Alemania utiliza robots especialmente en la industria automotriz. Japón: 419 robots. Japón ha sido históricamente un pionero en el diseño y fabricación de robots. Suecia: 347 robots. Este país escandinavo se destaca por integrar robots en sectores industriales y logísticos. Dinamarca y Eslovenia: 306 robots cada uno. Estos países europeos pequeños pero avanzados están invirtiendo en automatización. Suiza: 302 robots. Conocida por su precisión en manufactura, especialmente en relojería y tecnología médica. Estados Unidos: 295 robots. Aunque está detrás de algunos países asiáticos y europeos, sigue siendo un importante líder tecnológico.
¿Por qué es importante esta tendencia? La automatización con robots ofrece numerosos beneficios, como mayor eficiencia, reducción de costos de producción y la capacidad de realizar tareas repetitivas o peligrosas para los humanos. Sin embargo, también plantea desafíos, como la necesidad de adaptar la fuerza laboral humana a roles más técnicos y especializados.
Este panorama global nos invita a reflexionar sobre el futuro del trabajo y cómo la tecnología robótica seguirá influyendo en nuestras economías y vidas cotidianas.