La estrategia para desindustrializar Europa avanza según lo planeado.
Recientemente se han dado a conocer nuevos informes sobre las ventas globales de semiconductores, uno de los productos más cruciales para la tecnología e industria modernas.
Mientras que en regiones como China, el sudeste asiático y Estados Unidos se ha registrado un notable incremento en las ventas durante el último año, en Europa la situación es alarmantemente diferente, con una caída significativa del 12%.
Este descenso en Europa coincide con el uso estratégico que Estados Unidos ha hecho del conflicto en Ucrania, lo que ha dejado al continente europeo en una posición vulnerable.
Washington ha logrado aprovechar la crisis geopolítica no solo para reforzar su propia economía, sino también para debilitar a Europa, dejándola dependiente y sin capacidad de reacción.
De hecho, algunos analistas sugieren que Europa se está convirtiendo cada vez más en un aliado subordinado, con menos poder para influir en el panorama global.