EEUU sigue generando mucha incertidumbre. Hasta el momento, ha conseguido esquivar la recesión más anunciada de la historia y lo ha hecho, a pesar de que muchos indicadores adelantados, lo venían prediciendo.
Sin embargo, como siempre repito, que aun no haya llegado la recesión no implica que no vaya a llegar. Es verdad que muchos economistas, yo incluido, erramos en el análisis y pensamos que el ciclo finalizaría antes de lo que está sucediendo. Y no se trata de seguir anunciando la recesión, porque algún día acertaremos (un reloj estropeado da la hora bien dos veces al día). Se trata de argumentar el porqué pensamos que sigue habiendo riesgos muy claros.
Creo que es evidente la desaceleración del crecimiento, el deterioro del mercado laboral, las dificultades para los consumidores estadounidenses de bajos ingresos de mantener los niveles de gastos y los grandes riesgos que empezamos a ver en los mercados inmobiliarios y los fabricantes de automóviles (impagos).
Además, hay que entender que ver repuntes en ciertos indicadores nos da la señal "contraria".
El índice LEI siempre aumenta antes de que comience la recesión.
La curva de rendimiento invertida siempre se desinvierte antes de que comience la recesión.
Ventas minoristas en "flat" siempre antes de empezar una recesión
Todo esto lo estamos viendo en la actualidad y se produce en un entorno donde China está sufriendo una terrible deflación monetaria, Japón en pleno proceso de hundimiento del tipo de cambió y Europa y UK en un claro estancamiento.
En mi opinión, la recesión del año que viene es la tormenta perfecta para veamos un nuevo programa histórico de estímulo, tanto fiscal como monetario. El covid enseñó a los políticos las ventajas de la deuda (y su monetización) a corto plazo ya que las consecuencias negativas no se ven hasta el largo plazo y, por tanto, no las paga quien las genera.
Se tratará de reestimular la economía con más de 20 trillones dólares, muy rápido y veloz, sin dejar lugar a una caída deflacionaria. Por lo tanto, en un mundo en plena desglobalización, con guerra comercial, transición energética y proteccionismo político, es muy posible ver nuevas olas de inflación derivadas de estas políticas mal llamadas "ultraexpansivas".
Y para los argumentos de que la Banca Central y los Tesoros podrán evitar la recesión, decir y repetir una vez más que las autoridades centrales van siempre detrás de la curva. Estudien por ejemplo la gran crisis financiera y verán que la Reserva Federal recortó las tasas y la liquidez se disparó.
El jueves 16 de agosto de 2007, la FED recortó los tipos después de que el SP500 hubiera disminuido un 12% en 20 días. A continuación, el mercado subió durante 39 días hasta el 11 de octubre, estableciendo el máximo previo al gran crash.
Mi expectativa, basada en el ciclo, es que 2024, después de conocer ya el primer recorte de 50 puntos básicos, marcará un máximo importante en las bolsas.