1) Aprobación incierta en el Senado: El margen de maniobra del Partido Republicano es limitado, ya que no puede permitirse más de tres votos en contra. Figuras como Rand Paul y Thom Tillis ya han mostrado su rechazo, lo que complica alcanzar una mayoría simple a través del proceso de reconciliación.
2) Divisiones dentro del Partido Republicano: La propuesta ha generado tensiones internas entre los sectores moderados —preocupados por los recortes al programa Medicaid— y los legisladores más conservadores, que exigen una reducción aún más drástica del gasto.
3) Negociaciones estratégicas: La senadora Lisa Murkowski, de Alaska, desempeña un papel clave. Ha condicionado su apoyo a la inclusión de más fondos federales para su estado y se opone firmemente a los recortes en programas sociales.
4) Choque entre Trump y Musk: Elon Musk ha expresado su desacuerdo con el proyecto, citando preocupaciones por el aumento del déficit y la eliminación de beneficios para las energías limpias. En respuesta, Trump insinuó que el gobierno debería revisar los incentivos fiscales que han beneficiado previamente a las empresas de Musk.
5) Contenido del proyecto: Incluye reducciones permanentes en impuestos que ya habían expirado, ajustes significativos a Medicaid (con mayores restricciones de acceso), una revocación parcial del Obamacare y beneficios fiscales para empleados por hora y sectores industriales específicos.
6) Posible efecto fiscal: De ser aprobada por completo, la propuesta podría incrementar el déficit en aproximadamente 3,3 billones de dólares para el año 2034.
7) Declaración de la Reserva Federal: Jerome Powell señaló que “una mayoría clara dentro del FOMC considera adecuado reducir las tasas de interés antes de que termine el año.”
Además ha dicho Powell que no descarta ninguna decisión cuando se le pregunta sobre julio y que no puede decir si es demasiado pronto.